Tuiteros Desinfluyentes

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La semana pasada escribí acerca de los tuiteros que yo encontraba bacanosos. Fue una suerte de #FF extenso; como me dijeron en uno de los comentarios, el #FF más largo del mundo. Pero hoy les quiero presentar a los tuiteros que son todo lo contrario, esos que tuitean hasta cuando duermen, pero que tienen menos gracia que salvavidas boliviano. Son aquellos tuiteros que son fomes del verbo «puta el hueón penca», y que van por la vida pensando que tuitear hasta cuando pasó una mosca es divertido para quienes los siguen, pero la verdad es que deberían irse a una red antisocial.

Esta semana le toca el turno a los que sigo no sé por qué, a los que no sigo, seguía y dejé de seguir y a los que leo porque son retuitados por otros, pero que no seguiría por ningún motivo.

Me costó bastante elegir al primero, pero creo que muchos coincidirán conmigo en que uno de los más lateros de la twittósfera es el @poetadelamor_. Y es que este tipo es capaz de dejarte al borde de un coma con tanta hueá fome que escribe. Se dice poeta, pero en realidad sus frases rayan en lo absurdo y dan ganas de seguirlo para puro agarrarlo pa’l fideo. Tuitea hueás fomes, como que está escuchando música, que va a ir a la disco, a misa, que está escuchando la (radio) Corazón, etc. La verdad es que a veces lo leo para poder ver todas las idioteces sin gracia que escribe y que pueden hundirte en un sopor profundo. Te vuela tanto como un buen pito, pero te caga el cerebro más rápido.

El siguiente es @pipegeek24, (ex @pipeinformatico), quien tuviera gran cantidad de seguidores en un tiempo, pero cuando se destapó la olla y se supo lo que había pasado con la plata de la #pipeton, todos le dieron vuelta la espalda y pasó a quedar con un número bastante miserable de seguidores. Pero no creo que sea sólo su bullada «estafa» la que le jugó en contra. Sus tuits son tan re-fomes que uno en vano busca algo que pueda ser medianamente interesante. Por eso mismo es que ni loco lo sigo y contaminar mi TL con tonteras que no son ni un poquito llamativas y que, por el contrario, pueden afectar mi estado anímico.

Aquí puedo echarme gente encima, pero me arriesgo. Porque nadie va a negar que @RodrigoPulgar y sus míticos tuits plagiados dieron harto que hablar. Aparte que es un tuitero de los más fomes que me ha tocado leer. Le di unfollow por lo mismo, porque sus tuits tenían menos brillo que pelo de gitana y lo único que me provocaba era buscarlo y lanzarle una molotov. Así que corté por lo sano. Sí me causa curiosidad que un gil tan fome tenga tantos seguidores. Hay algo extraño ahí.

A el @flaitechileno no lo sigo porque sus tuits son una serie interminable de retuits con mención que hacen que me quiera pegar un tiro o, peor, hacerme un playlist con puras versiones de «Angel para un final» y terminar con daño cerebral. Este tuitero es de mi entero desagrado y, a pesar de que yo no soy una blanca paloma y que mi lengua se me dispara, su rotería no tiene límite, por eso es que no lo recomiendo ni lo sigo.

A quien tampoco sigo, pero que tengo que leer por obligación porque lo retuitean, es a @copano. No podría decir a ciencia cierta qué es lo que me cae más mal de este hueón, si sus tuits más pencas que cagar de guata, o la fama de «guatón vende humo». Por eso mismo es que no se merece más texto.

Me caen mal los programas de farándula, los(as) que arman polémica para estar en la farándula y los conductores y panelistas de los programas de farándula. Especialmente me cae mal @JPQueralto. Esa forma de actuar que tiene, creyéndose el hoyo del queque cuando no salva a nadie, es la que más me irrita. También me molesta que se crea periodísta (notero con cuea). En fin, no lo sigo, no lo seguía, y no lo seguiré nunca aunque me regalen el cartón ganador del loto. Y no, no he leido sus tuits, porque me cae tan mal que ni a eso he llegado.

No, no sigo a @alejodorowsky. Y creo que de su gran cantidad de seguidores la mitad es para tener algo de que burlarse. A mí no me gusta, punto. No lo conozco, no lo he visto por ahí. Los tuits suyos que leo es porque alguien los retuitea, y no me queda otra que leerlo, y luego me pongo de mal humor. Y eso de tener mas de 280 mil seguidores y sólo seguir a 10, de los cuales uno es él mismo y otros tres tienen su mismo apellido, lo encuentro inhumano.

A @danielexhuevo lo pongo en esta lista, no porque me caiga mal o porque quiera perjudicarlo (sé que esta lista no es influyente), sino simplemente por fome. No lo sigo, aunque quise, pero cuando vi que era más fome que asado de mosca, me arrepentí, porque el que se arrepiente se salva.

No es que @luchojanobello sea un tipo fome en extremo. No, para nada… Bueno, un poco. Pero no fue por eso que le di unfollow. No. Dejé de seguirlo porque su HashTag #FM (follow monday) y su frase «árboles regionales» las encontraba tan siúticas, que cada vez que las leía me daba un soponcio. Así que corté por lo sano y chao.

A @cokep dejé de seguirlo por su talla pesada acerca de la tarjeta de la JUNAEB (ATENCIÓN: Si tienen problemas con su Tarjeta Junaeb tienen que meterla al microondas x 5 min. Automáticamente se cargará el saldo de Octubre) y porque después se humilló pidiendo disculpas. Alguien me dijo un día que cuando uno pensaba algo y lo decía, no había que pedir disculpas. Al que le gusta bien, y al que no, ahí está el botón unfollow. Si bien encontré penca la talla de la tarjeta JUNAEB, pasar a pedir disculpas hasta el cansancio es como no tener dignidad ni opinión propia. Cuando tiro una talla pesada no pido disculpas, me como el unfollow y sigo tuiteando.

Sigo a la @k3lcalderon porque… En realidad no tengo idea por qué demonios la sigo, si es tan fome que da pena (tal vez por eso la sigo). Además que la voz es igual a la de @edmundovaras, y cuando estuvieron los dos en Fruto Prohibido, y a veces dejaba de mirar la tele para tuitear, no sabía cuál de los dos estaba hablando. A lo mejor sigo a la @k3lcalderon por curiosidad, pero tal vez la deje de seguir porque es bien penquita pa’ tuitear ella.

Y claro, cómo no iba a poner en esta lista a él poh, a @edmundovaras. No lo sigo, porque me bloqueó después que le dijera que cada vez que hablaba en la tele todos los perros de Vilcún aullaban. Este hueón, cada vez que tuitea provoca una revolución en twitter. No porque escriba bonito, sino porque escribe puras hueás y las escribe mal. Tiene un pésimo sentido del humor y siempre nos está «ha siendo» reír con sus idioteces. Si tuviera que darle una nominación o un premio, sería al más saco’e hueas del año. Se ganaría los premios todos los años del certamen.

Otro hueón al que no sigo es a @DonSatanas. Este tipo, junto con otros personajes bíblicos, salieron a ver si podían ocupar el lugar que dejó el pulento, pero no le llegaron ni a los talones. Es de la misma onda del @flaitechileno, de tuitear ordinarieces hasta el cansancio y retuitear tonteras sin gracia que terminan por convertir el TL de sus seguidores en una línea de spam sin sentido y que provoca mandarlo de vuelta al lugar de donde salió: el infierno. Aparte de patético por andar pidiendo seguidores, es un gil con menos brillo que piso de tierra.

La @SoledadOnetto me gustaba conduciendo noticias; cuando se puso a tuitear se me vino abajo. Es que a nadie le interesa qué está cocinando, quién demonios la está maquillando o quién pasó por su lado cuando iba por los pasillos del canal. Además que cae en esa interminable espiral de retuitear a los que la mencionan y responderles una hueá fome. Si pinchara en mi username aparecería: @Therius24 is not following You por ser entera de fome.

También seguí a @nelsonavila durante un tiempo, pero eso de no respetar el espacio después de los puntos y las coma terminó por irritarme; también que tuiteaba estupideces muchas veces que tenían menos gracia que Piñera hablando inglés. Así que después de trollearlo un par de veces lo mandé a la mierda, sin importarme que fuera senador o » cenador de la red pública» como dice su bio tan fome como sus tuits.

Y si de giles ordinarios se trata (yo lo soy, pero no a este nivel), no puedo dejar de lado al @Sexologo_Vulgar. Y es que de vulgar tiene todo, de sexólogo, nada. Si el hueón lee esto quiero decirle que un tipo que alardea de saber montones de sexo y mujeres, realmente no sabe nada y probablemente su mayor experiencia con el sexo sea en el «cyber tentación» (sí, el cyber gay que está en Santa Lucía con Merced, Santiago Centro), un frasco de vaselina y xvideos.com. Habemos varios que largamos tuits de doble sentido y cochinones, pero este gil es simplemente patético, y por eso es que no entiendo cómo llegó a los 10.000 seguidores. Si no lo siguen, no lo sigan.

Podría nombrar a un montón de idiotas sin cerebro, pero quiero finalizar con @CHILEAN75, un pobre gil que tuitea hueás, tuitea hueás, tuitea hueás… En serio, es un pobrecito que tuitea hueás fomes y les agrega un «jojojo» para que parezcan chistosas, pero siguen sin salvar a nadie y siguen siendo más pencas que estornudar con derrame pleural. Así que no se arriesguen a ensuciar sus TLs, ni siquiera por curiosidad, porque después pensarán en la muerte.

En fin, podría nombrar a decenas de hueones más (curiosamente la mayoría hombres), pero prefiero resumir que a los que dejo de seguir es porque abusan de los gestos (pueden lanzar un tuit excelente y cagarlo altiro con un xD), se cargan al porcino con los foursquare, citan tuits hasta el cansancio para colocar su respuesta (que suele ser una hueá más penca que toser con colitis), no tienen identidad y se lo pasan retuiteando fomedades de otros tuiteros (si van a retuitear algo que sean cosas bacanosas, como este blog, por ejemplo), tuitean hueás pencas como «con el Pablo xd k9», y un montón de basura que me dan taquicardia.

Así que si usted me sigue y yo no lo sigo, no es por su color político, o porque sea de una religión específica, o de un equipo de fútbol determinado, o porque es gay, lesbiana o bisexual, es simplemente porque es fome.

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